La futura seguridad alimentaria depende de nuestra capacidad para minimizar y gestionar el estrés que sufren los cultivos y los árboles. Se ha avanzado mucho en la comprensión de las respuestas de las plantas a los distintos tipos de estrés y en su control mediante el uso de hormonas vegetales, sobre todo las del crecimiento. Nuestro mejor conocimiento de las hormonas vegetales también aumenta las posibilidades de que las plantas puedan modificarse genéticamente para mejorar su tolerancia al estrés ambiental. En este libro presentamos una visión general del ABA, una importante hormona vegetal, y de cómo puede aportar una posible parte de solución para aumentar la adaptabilidad de los cultivos a futuros aumentos de las temperaturas y a la contaminación del suelo.
