La osteointegración representa una conexión directa entre el hueso y el implante sin capas de tejido blando interpuestas. Sin embargo, no se produce una conexión del 100% del hueso con el implante. Los problemas para identificar el grado exacto de fijación ósea para que el implante se denomine osteointegrado han llevado a una definición de la osteointegración basada en la estabilidad en lugar de en criterios histológicos: "Proceso mediante el cual se consigue, y se mantiene, una fijación rígida clínicamente asintomática de materiales aloplásticos en el hueso durante la carga funcional".El procedimiento clínico de osteointegración tiene como objetivo último proporcionar al paciente edéntulo una rehabilitación oclusal. La experiencia clínica a largo plazo ha indicado claramente que las reconstrucciones osteointegradas dependen para su pronóstico de la precisión persistente en los procedimientos quirúrgicos implicados en la instalación de las fijaciones de titanio.
